Tener contratada una potencia inadecuada repercute al alza en la factura; calculamos la potencia óptima de la instalación y nos encargamos de ajustar la potencia contratada con la compañía para disminuir costes.

 

La potencia contratada es la cantidad de energía que el usuario puede utilizar para conectar sus aparatos eléctricos sin que “salten los plomos”: a mayor potencia, más aparatos pueden conectarse. Podría pensarse que lo mejor es contratar la mayor potencia posible, pero este concepto es la parte fija de la factura de la electricidad y se abona aunque no haya consumo eléctrico, por lo que puede suponer un sobrecoste innecesario.

 

Para saber qué potencia contratar, nuestros expertos realizan estudios personalizados de cada cliente y analizan su modelo de negocio o actividad junto a su consumo energético parcial y anual. Atendiendo a factores como horarios de trabajo, actividades estacionales o consumo concentrado en ciertas franjas horarias, determinarán cuál es la potencia óptima en cada caso concreto y se pondrán en contacto con la compañía eléctrica para ajustarla.