La energía reactiva es un tipo de energía que se crea en las instalaciones eléctricas cuando se utilizan aparatos que necesitan crear campos magnéticos y eléctricos para su funcionamiento. No se transforma en trabajo “útil” y es molesta para la distribución porque circula por la red provocando ciertos efectos adversos, entre los que podemos destacar:
- Caídas de tensión y sobrecalentamiento de conductores eléctricos;
- Pérdidas de energía activa;
- Bajada de potencia en las instalaciones, obligando a contratar una potencia mayor;
- Menor rendimiento de los aparatos eléctricos conectados.
Estos efectos originan una serie de gastos que las líneas distribuidoras trasladan a la factura de ciertos consumidores como penalización en concepto de “energía reactiva”:
- Consumidores con tarifas 2.0A y 2.1A: se cobra si la energía reactiva supera el 50% del consumo de energía activa.
- Consumidores con tarifas 3.0A y 3.1A: por encima de 15kW, los recargos se aplican en los períodos P1 y P2 (el P3 no se penaliza).
Si el consumo de energía reactiva es inferior al 33% de la energía activa consumida, no habrá penalización, ya que este 33% nunca se paga.
En KWEnergía somos especialistas en el análisis y medición de este tipo de energía, proponiendo soluciones personalizadas para su eliminación. Instalamos baterías de condensadores que proporcionan un ahorro inmediato en la factura de la luz, reduciendo los efectos adversos antes indicados.